‘Slow living’. Viviendo a otro ritmo

No hay serpentinas, ni 12 uvas, ni comidas interminables, pero cuando septiembre empieza, sentimos como si algo nuevo estuviera comenzando, ¿verdad?

Retomamos las rutinas, los horarios, dejamos atrás las tumbonas y los chapuzones. Es el mes en el que volvemos a correr para llegar al trabajo, a las clases de los niños, a las citas médicas o a los recados pendientes. Septiembre nos reencuentra con una vida urbana que nos empuja a un ritmo tan acelerado que, a veces, acaba influyendo en nuestra salud y bienestar.

¿Cuál es tu refugio cuando todo esto te zarandea? ¿Es tu hogar un lugar al que volver cada día y reconectar con la lentitud que tu mente y tu cuerpo necesitan?

Desde Broker queremos hablarte de un estilo de vida que gana adeptos cada año, por todo el mundo: el slow living.

Se trata de una filosofía que busca simplificar, parar y disfrutar de la calma en el hogar. No necesitas huir a vivir al campo para aplicarla, solo te hace falta querer convertir tu casa en un espacio mucho más lento.

Qué es el slow living y cómo se traduce en casa

El término slow living significa literalmente vivir despacio y, antes de que lo pienses, no tiene nada que ver con moverte a cámara lenta. Se relaciona con el hecho de recuperar el control de tu tiempo y darle valor a lo que de verdad lo tiene.

Si nos lo llevamos a tu hogar, vivir según el slow living se logra convirtiendo tu casa en un refugio real de descanso y conexión contigo. ¿Lo mejor? Que no importa las habitaciones que tengas, los metros cuadrados de los que dispongas ni si tu vivienda está en el centro de San Vicente o en el Regato.

La clave es diseñar espacios que inviten a disfrutar de cada momento. ¿Lo ves posible? Te prometemos que lo es.

Cuando nos adentramos en esta filosofía descubrimos que los inmuebles que invitan a una vida lenta, tienen características comunes relacionadas con el diseño, la decoración y la arquitectura.

  • Priman los espacios abiertos y funcionales. El aire y la luz circulan mejor en estos ambientes y se aprovecha mejor cada metro.
  • Se priorizan los materiales naturales como la madera o la piedra, pero también el algodón o el lino. Eso hace que nuestra mente se sienta más conectada con la tierra.
  • Igualmente, los colores tienen importancia y se recomienda optar por los neutros como arenas, grises o blancos, que ayudan a armonizar ambientes y a dar serenidad.
  • Una ventilación cruzada genera confort a la vez que disminuye el gasto y si se une a la luz natural, el beneficio es mayor.
  • Observar otras culturas e inspirarse en conceptos como el hygge danés o el japonés wabi-sabi, puede mejorar tu vida. ¿Qué son? Dos corrientes que reivindican la belleza de lo simple y de lo imperfecto.

Cómo aplicar el slow living en tu hogar

Si todo esto te está sonando muy bien pero demasiado complicado de empezar a aplicar en tu vivienda, este es el espacio del blog que estás esperando.

De verdad, no hace falta que te mudes ni que tires todos tus muebles a la basura, y menos aún que empieces a pensar en una reforma. Lo que sí vas a tener que cambiar es tu modo de pensar y de relacionarte con tu espacio. Te proponemos 5 pasos muy sencillos para empezar.

Paso 1: Reduce

Puedes aplicarlo a todo. Apostar por un minimalismo práctico es el primer paso para vivir en modo slow.

Demasiadas cosas, muebles o decoraciones acaban por generar ruido mental y visual que contribuye a que el bienestar disminuya cuando cruzas las puertas.

Haz limpieza y quédate con aquello a lo que de verdad das valor.

Paso 2: Crea rincones

Un sillón para leer junto a la ventana, un espacio con cojines para meditar, un rincón donde escuchar tu música favorita.

Tener un lugar especial dentro de tu casa multiplica la sensación de bienestar, y las ganas de llegar al final del día.

Paso 3: Hazle hueco a la naturaleza

Tendemos a pensar en las plantas como en decoración, pero son mucho más. Purifican el aire y hacen que los ambientes nos resulten más acogedores.

Elige las que mejor se adapten a tus habitaciones y estilo de vida y, si te atreves, hasta puedes optar por un pequeño huerto.

Paso 4: Zona pantallas free

Si te das cuenta toda nuestra vida se articula alrededor de la televisión, el ordenador, el móvil o la tablet. ¿Cuántas horas al día puedes pasar sin mirar un píxel?

Seguramente pocas, como todos nosotros. Por eso es interesante organizar en tu casa un lugar donde las pantallas tengan prohibida la entrada o un horario en el que desconectar por completo de ellas.

Paso 5: tu casa, tus rituales

Preparar el café de la mañana escuchando música, darte una ducha a la luz de las velas o cenar despacio disfrutando de cada bocado.

Tener pequeños rituales te obligará a reducir las marchas y acercarte a esta vida más lenta que tan beneficiosa ha demostrado ser.

Beneficios de una vivienda slow

Adoptar el slow living en casa tiene efectos directos en la salud pero también afecta incluso ¡al valor de la vivienda!

  • Bienestar emocional. Que tu casa esté ordenada, ventilada y decorada con materiales naturales reduce la ansiedad, favorece la concentración y te hace sentirte mejor.
  • Hogares más sostenibles. El estilo de vida slow living se alinea con la sostenibilidad, el ahorro energético y la gestión más consciente de los recursos.
  • Relaciones saludables. Priorizar un estilo de vida pensado para la calma, el disfrute y con zonas sin distracciones, fomenta la comunicación y a su vez el vínculo entre las familias y amigos que comparten espacio.
  • Valor inmobiliario. Puede que te sorprenda, pero las viviendas con criterios de confort, luz natural, sostenibilidad y diseño funcional están cada vez más demandadas, y eso hace que su atractivo y valor en el mercado aumente. En un mundo que corre, una casa que invite a detenerse y vivir, es un lujo que los compradores valoran.

Consejos Broker

A la hora de buscar una vivienda que siga la filosofía slow living, te recomendamos que valores:

😊 El espacio real que necesitas. Una vivienda bien distribuida puede ser más funcional que otra con muchos metros mal aprovechados.

😊 La luz natural y la buena orientación de pisos donde haya ventanales o patios que aporten claridad.

😊 Los materiales naturales, como piedras, cerámicas o maderas en la construcción y el diseño.

😊 El entorno. Zonas verdes, barrios tranquilos y servicios cercanos, favorecen una vida calmada.

😊 La personalización. Una vivienda de segunda mano tiene la huella de sus antiguos propietarios, un hogar propio requiere de tu mano, gusto y detalles.

Si, como dijo Schopenhauer: ‘Cada día es una pequeña vida: cada despertar es un pequeño nacimiento, cada mañana fresca es una pequeña juventud, cada descanso y sueño, una pequeña muerte’, hagamos que cada momento merezca ser vivido así:

 

DESPACIO.

En Inmobiliaria Broker te ayudamos a encontrar el hogar que te permita vivir a otro ritmo, pensado para tu bienestar y para que hagas de él tu propia pequeña vida.

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