Recibir visitas de extraños no cualificados por un profesional en casa, implica paciencia, prudencia y probablemente decepciones.
Pregúntate si vale la pena el tiempo, el esfuerzo e incluso la frustración que suelen ocasionar. Deberás disponer de un amplio horario para poder enseñar la casa a los posibles compradores.
- Deberás saber cualificar la capacidad financiera de los compradores y manejar las preguntas adecuadas, generando confianza en los datos y estudios que ofrezcas sobre la zona.
Debes aprender a diferenciar entre los curiosos, los que están empezando a mirar y los compradores serios. En cualquier caso, será muy importante que realices un seguimiento personalizado a todos aquellos que muestren interés por tu casa en algún momento.
- Debes estar dispuesto a recibir desconocidos en tu casa sin cualificación ni evaluación previa.
Presta atención a las señales de compra y motívales cuando las detectes.
Tendrías que ayudar a los interesados en tu casa a obtener el préstamo hipotecario y aconsejarles sobre las mejores opciones, aunque esta labor te resultará imposible porque ellos no te confiarán su documentación personal.
Recuerda que un comprador querrá comprar más barato siempre.
- Muchos de los compradores que van buscando particulares que venden su casa en solitario, lo hacen por ahorrarse algo de dinero en agentes inmobiliarios. Son precisamente este tipo de compradores los más duros a la hora de pasar ofertas. Por lo general también querrán ahorrarse bastante en el precio de tu casa.